LA GRAN ESPERANZA DEL CANCER DE MAMA
A finales de los años setenta residía en el Hospital Universitario de Basilea, completando mi formación profesional en la Senología, la rama de la Medicina que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la mama. El Dr. David Stucki era mi tutor y pertenecía a una saga de renombrados ginecólogos de Suiza. Su padre, profesor i humanista, había escrito un ensayo titulado “La gran miseria del cáncer de mama” en el que hacia una sombría reflexión sobre la situación que, en aquel momento, vivía la terrible enfermedad. El cáncer de mama se diagnosticaba tarde y mal y los tratamientos que se administraban, además de ser muy agresivos, eran poco eficaces. En aquel tiempo, las pacientes eran sometidas a una operación terrible, la mastectomía, que extirpaba toda la mama, a una radioterapia agresiva que la quemaba más de lo necesario y a una quimioterapia que le provocaba la caída del pelo y unas nauseas y vómitos que duraban varios días. La mujer solía morir en pocos años, casi siempre, en medio, de terribles dolores.
Hace treinta años.
Escribo estas líneas desde Lérida, el Día Internacional del Cáncer de mama. Se celebra aquí la XXVI Reunión Nacional de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria. Somos cuatrocientos profesionales procedentes e las diversas especialidades médicas que tienen que ver con el Cáncer de Mama y nos reunimos todos los años, tres días, para intercambiar experiencias y conocer, de primera mano, todas las novedades esperanzadoras que aparecen para mejorar el pronóstico y alcanzar la curación de la enfermedad.
En las tres ultimas decadas se han fabricado aparatos que han permitido mejorar el diagnostico de la enfermedad. Hoy, la mastectomia se practica ocasionalmente y si se realiza se puede reconstruir la mama. En 1984 realicé ya, mi primer tratamiento conservador de una mama con cáncer en la Clínica de La Sagrada Familia de Gandia y creo que, dentro de poco tiempo, los cánceres de mama no se tendrán que operar. La radioterapia actual se administra con mucha perfección actuando solo sobre la lesión sin dañar a los órganos vecinos. La quimioterapia ha sido, sin duda, el gran avance del tratamiento del cáncer de mama en este tiempo, obteniendo resultados increíbles con efectos secundarios, para la paciente, mínimos. El futuro inmediato, de ya mismo, son las nuevas dianas terapéuticas que actúan directamente sobre las alteraciones que la enfermedad provoca en la biología celular. Estamos en el umbral de la curación de la enfermedad. Las enfermas pueden vivir con esa esperanza. El 90 % de las pacientes a las que se les diagnostique un cáncer de mama en el 2007, se curaran.
Han pasado solo treinta años.
Pero sigue siendo imprescindible el diagnostico precoz y el tratamiento correcto.
En la Safor, desde hace muchos años, la Medicina privada y la pública vienen realizando el diagnostico precoz mediante la exploración con mamografías, el método reconocido como el mejor pera lograrlo. En la Safor, con carácter público o privado, pueden realizarse o iniciarse, los mismos tratamientos que hoy se practican en los hospitales más famosos del mundo. Los mismos.
El penoso espectáculo, mostrado por los medios de comunicación, de los personajes famosos desplazándose a centros de oncologia extranjeros, para recibir atención y tratamiento, es lamentable, porque da a entender que con dinero y influencias puedes irte fuera para curarte mejor i… Eso es falso! Estos personajes hubieran recibido aquí, en nuestro país, las mismas medicinas y la misma atención especializada que en donde fueron i, además, si tenían cartilla, de forma gratuita en la Seguridad Social.