DEJAR DE IR AL FUTBOL
Después de 45 años de militancia fiel como socio del Valencia CF el autor se plantea seriamente dejar de ir al campo del Mestalla. La tiranía de las televisiones imponiendo horarios imposibles para la convivencia familiar y social; la insufrible prepotencia de los grandes equipos y de sus aláteres; el insoportable partidismo y servidumbre de determinados medios de comunicación; la vacuidad cerebral de algunas de las grandes estrellas encaramadas en el pedestal de una deidad, a todas luces, inmerecida; el precio desorbitado (para la época que vivimos), de las entradas al campo y, sobre todo, el personal convencimiento de la intencionada actuación de algunos árbitros (actuales señores del bien y del mal, plenipotenciarios y intocables), favorecen un planteamiento largamente meditado.