SOMBRILLAS EN LA ORILLA DEL MAR
Añoranza de la playa de Gandia de los años cincuenta. Recuerdos de los veranos de un niño que pasaba las mañanas jugando en la arena y bañándose en el mar. Arena y mar solitarios. Sin sombrillas ni plegables, sin hamacas ni colchonetas. Sensación de invasión con la llegada de los turistas nacionales y extranjeros. Ninguna protesta personal, simplemente el autor dejo de ir a la playa en verano. Hace más de cincuenta años que no pisa su orilla ni se baña en su mar. ¡Y vive en la playa todo el año!
Desde hace unos veranos, a primera hora de la mañana, muchos abuelos plantan la sombrilla familiar y las sillas plegables en la orilla del mar, en la primera fila, y se van. A la hora que les interesa aparece toda la familia a ocupar su lugar “reservado”. El ayuntamiento ha tomado medidas para acabar con esta práctica, incívica, abusiva i, probablemente, ilegal por la ocupación de un espacio público por un interes/beneficio particular.